Al menos 97 personas murieron y centenares más resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad etíopes dispararon munición real contra manifestantes pacíficos en la región de Oromia y en zonas de Amhara durante el fin de semana, según han indicado fuentes dignas de crédito a Amnistía Internacional.
Miles de manifestantes salieron a las calles en Oromia y Amhara para pedir una reforma política, justicia y Estado de derecho. El mayor derramamiento de sangre –unas muertes que pueden constituir ejecuciones extrajudiciales– tuvo lugar en la ciudad septentrional de Bahir Dar, donde al menos 30 personas murieron en un solo día.
“La respuesta de las fuerzas de seguridad fue dura, pero no sorprendente. Las fuerzas etíopes han utilizado sistemáticamente fuerza excesiva en sus erróneos intentos de acallar las voces disidentes”, ha manifestado Michelle Kagari, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos.
“Estos delitos deben investigarse de manera inmediata, imparcial y efectiva, y todos los sospechosos de ser penalmente responsables deben comparecer ante la justicia en juicios justos ante tribunales civiles ordinarios, sin recurrir a la pena de muerte.”
La información obtenida por Amnistía Internacional muestra que, el 7 de agosto, en Bahir Dar, la policía disparó munición real contra manifestantes, y mató al menos a 30. También se utilizó munición real en Gondar el 6 de agosto, con un saldo de al menos siete muertes.
En las protestas de Addis Abeba no se ha informado de ninguna muerte, pero las fotos y los vídeos que ha podido ver Amnistía Internacional muestran a la policía golpeando con porras a manifestantes en la plaza de Meskel, el principal espacio público de la capital.
En Oromia y Amhara, cientos de personas fueron arrestadas y permanecen recluidas en centros de detención no oficiales, incluidas bases de adiestramiento militar y policial.
“Nos preocupa enormemente que el uso de centros de detención no oficiales pueda exponer a las víctimas a violaciones adicionales de derechos humanos, tales como tortura y otras formas de malos tratos”, ha declarado Michelle Kagari.
“Todas las personas detenidas durante las protestas deben ser puestas en libertad inmediata e incondicional, ya que se encuentran recluidas injustamente por el ejercicio de su derecho a la libertad de opinión.”
Información complementaria
Las protestas en Oromia son una continuación de las manifestaciones pacíficas que comenzaron en noviembre de 2015 contra un plan maestro del gobierno para integrar partes de Oromia en la capital, Addis Abeba. Se recibió información sobre muertes en múltiples localidades de la región, entre ellas Ambo, Adama, Asassa, Aweday, Gimbi, Haromaya, Neqemte, Robe y Shashemene.
Las protestas de Amhara comenzaron el 12 de julio de 2016, cuando las fuerzas de seguridad trataron de detener al coronel Demeka Zewdu, uno de los líderes del Comité de Identidad y Libre Determinación de Wolqait, por presuntos delitos de terrorismo.
Wolqait es un distrito administrativo de la región de Tigré que formaba parte de la región de Amhara antes de que el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope llegara al poder en 1991. El distrito lleva haciendo campaña por su reintegración en Amhara desde hace 25 años.