Nigeria: Una nueva generación lucha por un futuro sin contaminación

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En el aniversario de la ejecución del activista medioambiental Ken Saro-Wiwa, nos reunimos con uno de los jóvenes nigerianos que están reclamando a Shell que limpie la contaminación masiva por petróleo en el delta del Níger.

“La gente habla de contaminación”, dice Fyneface Dumnamene Fyneface (imagen superior). “Pero muchos nunca la han sufrido. Yo sí lo he hecho. He bebido agua contaminada. He pasado toda mi vida en un entorno contaminado.”

Esta vida impregnada de contaminación impulsó a Fyneface a unirse a un movimiento iniciado por otro tenaz activista: el escritor Ken Saro-Wiwa, un icono de la lucha por los derechos humanos y la justicia medioambiental en Nigeria.

Fyneface tiene sin duda un rostro amable, pero se ha hecho un nombre como destacado opositor a las empresas petroleras que empezaron a extraer petróleo del delta del Níger antes de que él naciera.

“Se han destruido los medios de sustento de la gente”, nos dice, su energía y su furia evidentes mientras nos muestra un cartel de Ken Saro-Wiwa en su oficina de Port Harcourt, Nigeria.

“La gente no tiene agua decente para beber. Ya no hay marisco. La mandioca y otros cultivos habituales de las granjas ya no prosperan.”

Ahora mismo, gente de todo el mundo está diciendo a Shell que cumpla su intención expresa de “construir el futuro” y limpie los más de 50 años de devastación causada por la contaminación de petróleo en Nigeria.

Clamor internacional

“El activismo de Ken Saro-Wiwa ha sido muy importante en mi vida”, dice Fyneface. “Me ha inspirado a trabajar para el pueblo ogoni [la región ogoni forma parte de la región más amplia, rica en petróleo, del delta del Níger]. Lo vi hablar una vez en 1992, tres años antes de que lo mataran.”

Saro-Wiwa creó en 1990 el Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni, para hacer frente al tóxico legado de las empresas petroleras. Desde la década de 1950, miles de vertidos de petróleo han matado plantas y fauna, han arrebatado sus empleos a la gente y han envenenado la tierra y el agua de la región.

Saro-Wiwa encabezó un enorme movimiento que reclamaba a las autoridades militares que entonces gobernaban Nigeria que dieran a la región ogoni autonomía política y una proporción mayor de la riqueza procedente del petróleo.

El creciente desastre ecológico de la región llegó a los titulares internacionales cuando el gobierno militar de Nigeria condenó a Saro-Wiwa a muerte junto con otros ocho hombres en 1995. El grupo pasó a ser conocido como “Los 9 ogonis”.

Su ejecución, el 10 de noviembre de 1995, desató un clamor internacional. El movimiento ecologista de Nigeria había perdido un dinámico líder. Sin embargo, desde entonces, una nueva generación ha dado un paso al frente para continuar con su legado.

¡A limpiar!

Fyneface empezó joven. Mientras estudiaba en la universidad, acuñó el término “Fynefaceismo” para luchar contra la corrupción en el sistema de exámenes académicos.

Hoy, dedica sus esfuerzos a mantener vivo este asunto, y aparece a menudo en programas de radio y televisión. Amnistía Internacional y una organización local –el Centro para el Medio Ambiente, los Derechos Humanos y el Desarrollo– han impartido también a Fyneface y a muchos otros activistas formación para vigilar la respuesta de Shell a los vertidos de petróleo que tienen lugar en sus comunidades.

La investigación llevada a cabo por Amnistía Internacional muestra que la empresa actúa con mucha lentitud a la hora de limpiar los vertidos. En agosto de este año, descubrimos que al menos cuatro lugares donde se habían producido vertidos, y que Shell afirmaba públicamente haber limpiado, siguen contaminados.

Fyneface regresó recientemente de un viaje realizado a Bodo, una comunidad de la región ogoni que, en enero de 2015, ganó a Shell una indemnización de 55 millones de libras esterlinas. Sin embargo, el agua y el suelo de la zona siguen contaminados, y Fyneface está decidido a hacer que Shell limpie la contaminación, no sólo en Bodo, sino en todo el delta del Níger.

“Shell debe hacer más”, afirma. “Donde quiera que vayan, deben proteger nuestro medio ambiente, tanto para la generación actual como para la que está por venir.”

El gobierno nigeriano tiene su propio papel en esta tragedia. Fyneface quiere que apruebe una nueva ley que garantice una normativa más firme para la industria del petróleo, y que la población se beneficie de los proyectos petroleros locales.

Continuar el legado

En Nigeria y en el resto del mundo se celebrarán vigilias a la luz de las velas para conmemorar el 20 aniversario de la ejecución, llevada a cabo el 10 de noviembre, de Ken Saro-Wiwa. Miles de personas recordarán el sacrificio, hace todos esos años, de él y sus ocho colegas, ahorcados tras haber sido declarados culpables de asesinato después de un juicio flagrantemente injusto.

Para Fyneface, el aniversario nos brinda a todos la oportunidad de continuar con su legado. “No olvidaré que Amnistía y otros grupos se han unido para hacer que se escuche la voz de los ogonis”, dice, con una amplia sonrisa. “Pero hay que hacer más.”
No puede evitar la frustración ante los fracasos que siembran el panorama del pasado.

“Han pasado 20 años, y la región ogoni sigue contaminada”, dice Fyneface. “Veinte años, y aún no se ha hecho justicia. Han transcurrido 20 años, y los problemas por los que lucharon estos activistas siguen sin resolverse. Esto no puede seguir así.”
Y esto es lo que realmente mantiene a Fyneface en marcha. Su negativa a aceptar esta situación. Su determinación de lograr aquello por lo que tanto lucharon Ken Saro-Wiwa y su movimiento.

“Este 20 aniversario debe servir para amplificar la voz de quienes viven en el delta del Níger.

Estoy listo para continuar donde Ken Saro-Wiwa lo dejó. Sigamos con su legado junto con una nueva generación de activistas nigerianos, y consigamos un futuro limpio para el delta del Níger.”Fyneface Dumnamene Fyneface

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