La posible captura de Debaltseve por los separatistas prorrusos no debe desembocar en abusos generalizados contra los detenidos, ha instado Amnistía Internacional en medio de informes de que el ejército ucraniano había perdido parte del control de esta importante ciudad y nudo ferroviario de Ucrania oriental.
Esta tarde se ha divulgado un vídeo que muestra aparentemente a decenas de soldados ucranianos rindiéndose a los grupos armados que cercaban Debaltseve. Según los medios de comunicación, podría haber en la ciudad entre 4.000 y 8.000 soldados ucranianos rodeados.
“Hay antecedentes de grupos armados separatistas que torturan o infligen otros malos tratos a los soldados partidarios de Kiev capturados. Algunos informes, muy recientes, son del 9 de febrero y proceden de las cercanías de Debaltseve. Estos actos serían crímenes de guerra”, afirma Denis Krivosheev, director adjunto del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“Pedimos a todas las partes del conflicto que traten a los detenidos con humanidad, con arreglo a los Convenios de Ginebra.”
Amnistía Internacional ha revisado grabaciones recientes de vídeo que muestran a combatientes separatistas cometiendo actos de crueldad contra soldados ucranianos detenidos. Estas incluyen imágenes de combatientes prorrusos propinando puntapiés a soldados heridos de gravedad en el pueblo de Lohvynone, en las afueras de Debaltseve. En otras imágenes anteriores de Donetsk y otras zonas se veían palizas y otros malos tratos físicos a miembros de las fuerzas partidarias de Kiev capturados, a los que se somete a humillaciones en desfiles públicos, exponiéndolos a la violencia de los espectadores.
La organización ha documentado también abusos cometidos por fuerzas controladas por Kiev contra detenidos durante el conflicto armado. En un caso, los soldados ucranianos detuvieron a dos periodistas, un hombre y una mujer, en un pueblo de la región de Donetsk, en agosto. Varias unidades militares golpearon brutalmente al hombre y amenazaron con violar a la mujer antes de entregarlos al servicio de seguridad ucraniano (SBU).
También han aparecido con anterioridad imágenes de vídeo de combatientes separatistas capturados que muestran presuntas señales de tortura tras ser liberados por el ejército ucraniano.
La batalla por el control de la bolsa de Debaltseve ha sido especialmente intensa en las últimas semanas, incluso después de la entrada en vigor del último acuerdo de alto el fuego el 15 de febrero. La ciudad es un importante nudo ferroviario que une las ciudades principales de Donbass de Donetsk y Luhanks, ambas controladas actualmente por grupos armados separatistas prorrusos.
En una visita de investigación realizada a la zona a principios de mes, Amnistía Internacional encontró a civiles —ancianos, niños y personas con discapacidad incluidas— sitiados en Debaltseve en condiciones cada vez más penosas en medio de bombardeos indiscriminados.
“Hay que permitir la entrada de investigadores independientes para evaluar la situación humanitaria de la población civil que queda en Debaltseve después de estos fuertes enfrentamientos”, dijo Joanne Mariner, asesora general sobre respuesta a las crisis de Amnistía Internacional que ha visitado recientemente la ciudad.
“La adhesión al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional es un paso crucial para garantizar la rendición de cuentas de todas las partes del conflicto que sean responsables de crímenes del derecho internacional, incluidos crímenes de guerra.”
Según un informe de la ONU publicado la semana pasada, más de 5.500 personas han perdido la vida y casi 10.000 han resultado heridas en el conflicto armado de Ucrania oriental.