Del 6 al 12 de octubre de 2014, Amnistía Internacional organizará una Semana de Acción para expresar solidaridad con las voces independientes de Rusia que denuncian el pernicioso y progresivo avance de la represión en el país.
Con los lemas “En defensa de la libertad” y “En defensa de Rusia”, activistas de Alemania, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa, Ucrania y la propia Rusia se manifestarán por medio de acciones, flash mobs, cartas y peticiones en contra de la restricción continua de las libertades básicas en Rusia.
“El derecho a protestar pacíficamente, el derecho a hablar libremente en Internet o en público, el derecho a disentir, el derecho a decir quién eres, todas estas cosas están siendo eliminadas por las autoridades rusas con la promulgación de leyes represivas, campañas de difamación y hostigamiento”, ha explicado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.
Con motivo del comienzo de la Semana de Acción, Amnistía Internacional publica un nuevo informe, Violation of the right to freedom of expression, association and assembly in Russia, centrado en cuatro motivos principales de preocupación:
• Medios de comunicación independientes de Rusia: periodistas amenazados, hostigados, agredidos físicamente, e incluso asesinados con impunidad.
• Organizaciones no gubernamentales difamadas, multadas y obligadas a cerrar por su trabajo crítico e independiente, tachado falsamente de “actividades políticas” favorables a patrocinadores extranjeros.
• Manifestantes a los que se niega el derecho a expresar sus opiniones en lugares públicos y que son detenidos y sometidos a juicios injustos.
• Comunidad LGBTI, sometida a hostigamiento por medio de una ley homófoba y privada del derecho a la libertad de expresión.
La Semana de Acción coincide con el octavo aniversario del asesinato de la periodista rusa de investigación Anna Politkovskaya, uno de los críticos más acérrimos que ha tenido el Kremlin y destacada voz libre de los medios de comunicación rusos. La investigación policial del homicidio ha estado llena de irregularidades, y al cabo de todos estos años no ha permitido determinar quién lo ordenó.
A fin de generar solidaridad internacional con los activistas de Rusia, Amnistía Internacional pide a los medios de comunicación de todo el mundo que publique un artículo donde se ponga de manifiesto la represión de los medios de comunicación en Rusia. Se utilizaran las páginas de estos periódicos y revistas para hacer flores, que el 7 de octubre, fecha del asesinato de Anna Politkovskaya, se colocarán delante de las oficinas de Novaya Gazeta, el periódico para el que trabajaba en Moscú.
“El hecho de que no se haya encontrado a los instigadores del asesinato de Anna es indicativo del clima de impunidad imperante en Rusia, y el caso de Anna ha acabado siendo emblemático de la represión que se ejerce contra la sociedad civil en el país”, ha añadido John Dalhuisen.
“Sin embargo, a pesar de los peligros, sigue habiendo mucha gente en Rusia que dice lo que piensa, con riesgo a veces para su vida y sus medios de sustento. Con esta acción recordaremos la valentía de Anna y celebraremos el coraje de quienes continúan luchando contra la opresión y denunciando la injusticia.”
Otras actividades de campaña que se llevaran a cabo a lo largo en diferentes países de Europa a lo largo de la semana son:
• Creación de un mosaico de imágenes de personas que expresen su solidaridad con la sociedad civil de Rusia.
• Manifestación de maniquíes: maniquíes que sostienen letreros en contra de la prohibición en Rusia de las manifestaciones callejeras pacíficas sin el permiso expreso previo del gobierno;
• Acciones en redes sociales, como #freedompostcard en Facebook, para pedir la puesta en libertad de un activista del medio ambiente.
“Se han fomentado y ‘justificado’ los atentados contra los derechos de las personas gays, las ONG independientes, los medios de comunicación críticos y las manifestaciones públicas por medio propaganda cada vez más agresiva, que tiene por objeto describirlos como una amenaza a los ‘valores tradicionales’ o como una tendencia quintacolumnista a menoscabar la estabilidad y la prosperidad de Rusia –ha afirmado John Dalhuisen–Si no se detiene este rápido retroceso, a la larga será la sociedad rusa en su conjunto la que salga perdiendo.”
Previamente a la Semana de Acción, a principios de septiembre, el secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, estuvo en Moscú. Allí se reunió con representantes de organizaciones no gubernamentales independientes, medios de comunicación independientes y activistas de la sociedad civil, a los que expresó su solidaridad.
“La caída del Muro de Berlín hace 25 años anunció el comienzo de un nueva era para los pueblos de Europa del este, una era de libertad de expresión, asociación y reunión. En Rusia, estas libertades se están perdiendo de nuevo. Pero hay voces libres que se niegan a callar, y nuestra acción de solidaridad es un mensaje de apoyo a ellas”, ha señalado Salil Shetty.