Las sentencias de culpabilidad y las duras penas dictadas contra 57 personas enjuiciadas por participar en un ataque armado cometido en la república de Kabardino-Balkaria, en el norte del Cáucaso, en 2005 son un enorme error judicial, ha declarado hoy Amnistía Internacional. Los encausados estuvieron nueve años recluidos en condiciones deplorables y se admitieron como prueba sus testimonios obtenidos bajo tortura.
Cinco de los procesados fueron condenados a cadena perpetua y los demás a penas de entre cuatro y 23 años de prisión.
“Este es un caso muy claro de injusticia penal en el que las autoridades se negaron manifiestamente a investigar las denuncias de tortura, pese a las pruebas abrumadoras, y los encausados estuvieron nueve años en prisión preventiva, todo ello en violación del derecho internacional”, afirmó Sergei Nikitin, director de la Oficina de Moscú de Amnistía Internacional. “Nunca debió permitirse que este juicio prosiguiera hasta que no se hubieran investigado exhaustiva y efectivamente las denuncias de tortura.”
Uno de los procesados es el ex detenido de Guantánamo Rasul Kudaev, que fue liberado del centro de detención estadounidense en 2004 sin cargos y devuelto a Rusia. El 23 de octubre de 2005 fue detenido en su casa como sospechoso de participar en el ataque. Según su familia, lo golpearon durante la detención. Kudaev es uno de los condenados a cadena perpetua.
Hay pruebas claras de las palizas y los malos tratos a que fue sometido, incluidas fotos de su cara con hematomas y desfigurada del periodo inicial de detención. Amnistía Internacional ha hecho campaña incesantemente para que se abra una investigación sobre su caso, pero las autoridades rusas han decidido ignorar todas las pruebas.
Durante el juicio, su defensa presentó ante el tribunal múltiples testimonios que confirmaron que no podía haber estado presente durante el ataque. Las personas que prestaron declaración inicialmente contra él trataron de retractarse en el juicio y denunciaron que les habían obligado a hacer declaraciones falsas.
Los abogados de Kudaev han sido sometidos a hostigamiento durante toda la investigación y el juicio, y varios se han visto obligados a dejar el caso. Uno de ellos recibió amenazas de muerte en mensajes de texto anónimos y resultó gravemente herido en diciembre de 2011 en un sospechoso accidente de coche en el que estuvo implicada la policía.
“El caso de Kudaev es un claro ejemplo del juicio injusto al que han sido sometidos los procesados en este caso y revela el deplorable estado del sistema de justicia penal ruso y la impunidad de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que han cometido presuntamente violaciones graves de derechos humanos”, añadió Sergei Nikitin.
Según los informes, Kudaev sufre trastornos cardiacos y hepáticos de gravedad. También tiene dificultades para andar debido a una bala alojada en la columna por un disparo efectuado cuando fue detenido en Afganistán, y sufre hipertensión desde que estuvo recluido en Guantánamo.
“Las autoridades ignoraron sistemáticamente la necesidad de facilitar tratamiento médico adecuado a Kudaev y a todos los demás detenidos que lo necesitaban. Amnistía Internacional ha expuesto en reiteradas ocasiones sus motivos de preocupación al respecto ante las autoridades, que éstas han ignorado”, dijo Sergei Nikitin.
“Las autoridades rusas han recurrido a todo tipo de trucos para negar la justicia a los procesados en este histórico juicio. Además, parece que han retrasado la sentencia hasta la víspera de Navidad para tratar de hacer que pase desapercibida. Este caso revela realmente los horrores del sistema de justicia penal ruso, que vulneran tanto las leyes rusas como el derecho internacional”, concluyó Nikitin.
Información complementaria
El ataque cometido el 13 de octubre de 2005 por miembros de un grupo armado contra la capital, Nalchik, se saldó con la muerte de 12 civiles y 35 funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, junto con la de 95 atacantes.
