Irak: Las autoridades kurdas no deben bloquear el paso a los civiles que huyen de los combates

Comunicados de prensa

2 julio 2014

Miles de civiles iraquíes agotados que huyen del conflicto en el noroeste de Irak se encuentran varados en los controles que separan las provincias autónomas kurdas controladas por el Gobierno Regional del Kurdistán y el resto de Irak. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.

Casi todas las familias entrevistadas entre hoy y la noche pasada por el equipo de investigación de Amnistía Internacional en Irak son chiíes turcomanos que huyeron de Tal Afar cuando los combatientes del Estado Islámico en Irak y Al Sham (ISIS) capturaron la ciudad hace dos semanas. Desde entonces se han refugiado en la zona de Sinjar, más hacia el oeste, hacia la frontera entre Irak y Siria, pero allí no se sienten a salvo, ya que ISIS se hizo recientemente con el control de partes de la zona fronteriza.

“Miles de civiles asustados han dejado atrás sus casas y sus vidas para encontrarse abandonados en la calle. Las autoridades regionales kurdas tienen la obligación de permitir que los civiles iraquíes que tratan de huir de los combates entren en zonas del Gobierno Regional del Kurdistán o las atraviesen”, ha manifestado Donatella Rovera, asesora general de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional.

Un hombre, padre de ocho hijos, que acababa de conducir casi siete horas desde Sinjar, dando un amplio rodeo para evitar Mosul y su localidad de residencia, Tal Afar, ahora bajo el control de ISIS, dijo a Amnistía Internacional: “No queremos quedarnos en el Kurdistán; sólo queremos pasar para llegar a la carretera que va hacia el sur, a Bagdad, y de allí a Najaf, más al sur”.

Los musulmanes suníes que también han huido en gran número de zonas bajo el control de ISIS (Mosul, Tal Afar y las zonas circundantes) por temor a los ataques aéreos del gobierno se han encontrado asimismo con crecientes dificultades para entrar en las zonas del Gobierno Regional del Kurdistán; muchos simplemente se han dado por vencidos  y han regresado a sus casas, donde viven con miedo.

Se calcula que un millón de personas se han visto obligadas a desplazarse en Irak desde enero de 2014. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a 25 de junio había 10.000 personas internamente desplazadas en el distrito de Sinjar.

 

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