Egipto: Las fuerzas de seguridad hacen un uso excesivo de la fuerza para reprimir las protestas estudiantiles.

EGIPTO IMAGEN DE NOTICIA

Testimonios recogidos por Amnistía Internacional indican que las fuerzas de seguridad egipcias hicieron un uso excesivo de la fuerza para reprimir las manifestaciones estudiantiles de la Universidad de Alejandría de esta semana, hiriendo al menos a 35 estudiantes y dejando a otros tres en estado crítico. Según las cifras oficiales, dos agentes de seguridad resultaron heridos durante los enfrentamientos.

Estudiantes entrevistados por Amnistía Internacional describieron cómo las protestas, que comenzaron pacíficamente en el campus de la universidad, degeneraron en violencia. Efectivos de las fuerzas de seguridad situados fuera de la puerta principal de la universidad lanzaron gas lacrimógeno y dispararon perdigones contra la multitud de estudiantes, algunos de los cuales les arrojaron piedras y cócteles Molotov y dispararon cohetes (hmarich). No está claro cómo comenzaron los enfrentamientos, pero a medida que se fueron intensificando, las fuerzas de seguridad derribaron la puerta principal y entraron en las instalaciones de la universidad, persiguiendo a los estudiantes y disparándoles.

“Las fuerzas de seguridad egipcias tienen un desolador historial de uso abusivo y arbitrario de la fuerza contra manifestantes, incluidos estudiantes. La falta de rendición de cuentas por tales violaciones, entre las que figuran homicidios ilegítimos, les da luz verde para seguir maltratando a los manifestantes”, ha dicho Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

Las manifestaciones de la Universidad de Alejandría comenzaron a primeras horas de la tarde del 14 de octubre, cuando unos 500 estudiantes se reunieron para protestar contra las medidas de seguridad introducidas por la nueva agencia de seguridad de la universidad, ‘Falcon’, contratada por el Ministerio de Educación Superior para mantener la seguridad en 15 universidades de Egipto. Entre las nuevas medidas de seguridad figuran registros en las puertas de entrada y endurecimiento de las normas sobre asistencia de hombres y mujeres a las aulas. Además, los agentes pueden dar el alto y registrar a los estudiantes en los campus universitarios en cualquier momento. Los estudiantes también protestaban contra los juicios sin garantías y la detención prolongada de otros estudiantes en manifestaciones previas.

Uno de los estudiantes dijo a Amnistía Internacional que las fuerzas de seguridad apostadas ante la entrada principal habían disparado a los estudiantes que protestaban en el campus. “Comenzaron a lanzar gas lacrimógeno y después a disparar perdigones, que nos alcanzaron e hirieron a varios de los estudiantes que estaban a mi alrededor. El gas lacrimógeno nos asfixiaba y nos adentramos corriendo en el campus de la universidad”, afirmó.

Otro estudiante relató que las fuerzas de seguridad que habían roto la puerta de entrada principal persiguieron a los estudiantes que se intentaban refugiar en el edificio del departamento de Ingeniería Técnica.

“Llegaron a seguirnos con sus vehículos acorazados dentro del campus. Empezaron a disparar perdigones y vi cómo alcanzaban en la boca y en un ojo a mi amigo Abdel Rahman Abdel Aziz. Con la ayuda de otros estudiantes lo llevé al edificio de Ingeniería Técnica para buscar protección, pero las fuerzas de seguridad nos siguieron y continuaron arrojando gas lacrimógeno y perdigones dentro del edificio”.

Otro estudiante que se encontraba dentro del edificio dijo a Amnistía Internacional: “Estábamos en la planta baja del edificio de Ingeniería Técnica. Las fuerzas de seguridad disparaban perdigones y gas lacrimógeno hacia el interior. Rompieron los cristales de las ventanas de la planta baja y siguieron lanzando gas lacrimógeno. También disparaban perdigones entre los barrotes de hierro de la puerta de entrada al edificio”.
Según los testimonios e indicios recogidos por Amnistía Internacional, las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno dentro del edificio y utilizaron armas de fuego para disparar perdigones contra los estudiantes al azar y sin necesidad. Uno de los estudiantes heridos durante el incidente, Omar Abdelwahab, está en estado crítico tras ser alcanzado por perdigones en el cuello y los ojos.

“El gobierno debe actuar urgentemente para controlar a las fuerzas de seguridad”, ha dicho Hassiba Hadj Sahraoui.

Todo uso de la fuerza en la actuación policial durante las manifestaciones, incluso cuando éstas hayan degenerado en violencia o las autoridades las consideren ilegales, debe ajustarse al derecho internacional, que prohíbe el uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad salvo que sea estrictamente necesario y en la medida necesaria para cumplir con su obligación. Las armas de fuego sólo pueden emplearse como último recurso en defensa propia o para proteger a terceros contra una amenaza inminente contra su vida o contra graves lesiones. No debe lanzarse gas lacrimógeno en el interior de edificios.

Las protestas estudiantiles generalizadas contra las prácticas represivas del actual gobierno sacuden Egipto desde el 11 de octubre, fecha de comienzo del año académico. La respuesta de las autoridades ha sido feroz: se ha detenido al menos a 200 estudiantes en todo el país durante las manifestaciones y 90 han resultado heridos, según el Observatorio de la Libertad Estudiantil (Marsad Tolab Horreya), grupo estudiantil egipcio que ha documentado violaciones durante las protestas universitarias.

Durante las protestas de la Universidad de Alejandría fueron detenidos al menos 150 estudiantes, y 22 siguen en detención por cargos vagos o sin fundamento, como participar en protestas sin autorización.

Todas las personas detenidas por el simple hecho de ejercer su derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica deben quedar inmediatamente en libertad sin condiciones, y todos los cargos contra ellas deben retirarse.

“En todo el mundo, las universidades son un fértil terreno de debate y discrepancia. Esto debe elogiarse, pues es señal de un activismo juvenil vibrante, no reprimirse”, ha dicho Hassiba Hadj Sahraoui.

Si hay pruebas suficientes de que algún manifestante ha cometido actos criminales violentos, deberá ser juzgado sólo por delitos comunes reconocibles en actuaciones que se ajusten a las normas internacionales sobre garantías procesales.

Un total de 16 estudiantes detenidos han sido acusados de intentar asesinar a dos estudiantes que resultaron heridos durante las protestas. Todos ellos también se enfrentan a cargos tales como lesionar a dos policías, protestar sin autorización, destruir bienes públicos y pertenecer a un grupo prohibido, todos ellos considerados por las leyes egipcias delitos que pueden ser castigados con hasta 15 años de cárcel.

Los otros seis estudiantes detenidos están acusados de pertenecer a un grupo prohibido, protestar sin autorización, portar armas y destruir bienes públicos, que son faltas punibles con hasta tres años de cárcel. La fiscalía ordenó el 16 de octubre que ambos grupos pertenecieran detenidos 15 días.

comments powered by Disqus