Liu Xia está en aislamiento desde octubre de 2010 y, como consecuencia de ello, sufre estrés psicológico, ansiedad y depresión.
¿Su delito? Se negó a dejar de intentar obtener la libertad de su esposo, injustamente encarcelado.
Artista, poeta y defensora de los derechos humanos, Liu Xia fue sometida ilegalmente a arresto domiciliario y a estricta vigilancia, y acosada por las autoridades chinas desde que su difunto esposo, Liu Xiaobo, fue galardonado con el premio Nobel de la Paz en 2010.
Ahora que éste ha fallecido, es hora de que las autoridades chinas dejen de castigar cruelmente a Liu Xia.
Su esposo, Liu Xiaobo, contribuyó a redactar un llamamiento en favor de la reforma política en China conocido como Carta 08. Lo único que hizo fue ejercer sus derechos humanos, pero como consecuencia, fue condenado a 11 años de prisión en 2009 por “incitar a la subversión del poder del Estado”. Amnistía Internacional lo reconoció como preso de conciencia. En mayo le diagnosticaron un cáncer de hígado avanzado y, pese a las reiteradas peticiones de Liu Xiaobo y Liu Xia, las autoridades chinas se negaron a permitirle viajar al extranjero para recibir tratamiento.
Aunque Liu Xiaobo falleció el 13 de julio mientras estaba en libertad condicional por razones de salud, deja un poderoso legado que inspira a otros para que continúen la lucha por los derechos humanos en China. Nuestro mejor homenaje será garantizar que Liu Xia es libre para hacer lo mismo.
Firma la petición y pide a las autoridades chinas que pongan fin al arresto domiciliario y a la vigilancia ilegales de Liu Xia, dejen de acosarla y le permitan viajar libremente.
