Acción Urgente MÁS DE 90 HOMBRES MUERTOS EN MOTINES EN PRISIONES DE BRASIL

Acerca de esta acción

Inició el 12/01/2017, Finaliza el 21/02/2017

En la primera semana de enero, más de 90 hombres murieron (por disparos, decapitados o descuartizados) en prisiones de los estados de Amazonas y Roraima, en el norte de Brasil, a consecuencia de motines y conflictos entre bandas criminales. Las autoridades deben investigar sin demora los homicidios y adoptar medidas dentro del sistema penitenciario para prevenir sucesos similares.

Entre el 1 y el 2 de enero, 56 presos murieron en la prisión de Anísio Jobim, en Manaos, estado de Amazonas, durante un motín y un conflicto entre bandas criminales. Algunos murieron por arma de fuego; a otros los apuñalaron, los decapitaron, los quemaron y los descuartizaron. El motín duró unas 16 horas y se tomaron 12 rehenes, que luego fueron liberados ilesos. Durante el motín escaparon más de 180 presos; para el 8 de enero, la policía había encontrado y encarcelado a menos de la mitad. El 2 de enero, cuatro hombres murieron en la prisión de Puraquequara, también en Manaos. A causa de la falta de seguridad y la destrucción de las instalaciones, algunos presos de Anísio Jobim fueron trasladados a la prisión de Vidal Jobim, que había sido cerrada en 2016 a causa de lo inadecuado de sus condiciones, y el 8 de enero cuatro hombres murieron allí. También el 8 de enero se encontraron tres cadáveres en la jungla que rodea la prisión de Anísio Jobim. Esta prisión sufre unas condiciones de hacinamiento extremo: en ella permanecen recluidos más de 1.200 presos, mientras que su capacidad es de 770. Esto ilustra la situación del sistema penitenciario en el estado de Amazonas, que, con una capacidad para 3.100 presos, alberga a más de 10.000. El Consejo Nacional de Justicia y el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura ya habían denunciado las inhumanas condiciones y el hacinamiento del sistema penitenciario de Amazonas y habían pedido a las autoridades que emprendieran acciones urgentes pero, hasta la fecha, no se ha hecho nada. Desde 2013, la prisión de Anísio Jobim está bajo administración privada.

Además, en la madrugada del 6 de enero, al menos 31 hombres murieron en la prisión rural de Monte Cristo en Boa Vista, estado de Roraima. Las autoridades han declarado que esta cifra podría ser más alta, ya que están teniendo dificultades para identificar varios cadáveres que han sido descuartizados y desmembrados. A muchas víctimas las decapitaron y les arrancaron el corazón y otras partes del cuerpo. Los presos filmaron parte de la matanza. La prisión de Monte Cristo también sufre condiciones de hacinamiento: en ella permanecen recluidos más de 1.400 presos, mientras que su capacidad es de aproximadamente 700. En septiembre de 2016, el Consejo Nacional de Justicia denunció las degradantes condiciones del centro penitenciario. La situación en las prisiones de Amazonas y Roraima sigue siendo inestable. En otros estados se ha informado de tensiones en las cárceles a causa del hacinamiento y de las malas condiciones, pero también debido a los conflictos entre bandas criminales que actúan a nivel nacional.

 

Información complementaria

 

Las reacciones y declaraciones públicas de algunas autoridades sobre los homicidios de la prisión de Anísio Jobim han sido inadecuadas. El presidente Michel Temer calificó los homicidios de “un accidente espantoso” (um acidente pavoroso), mientras que el gobernador del estado de Amazonas, José Melo, justificó el episodio diciendo que “allí no había ningún santo” (Ali não tinha nenhum santo), y el secretario de Administración Penitenciaria de Amazonas dijo: “¿Qué querían ustedes? Allí no había sacerdotes, sólo criminales” (Queria o que? Ali não tinha padre, tinha criminoso). Por su parte, el secretario nacional de Juventud, Bruno Julio, declaró: “Tenían que haber matado a más. Debería haber una matanza cada semana” (Tinha era que matar mais. Tinha que fazer uma chacina por semana). A causa de la presión pública, el secretario nacional de Juventud dimitió después de hacer esta declaración.

 

Tras los homicidios en las prisiones de Roraima, la gobernadora de este estado afirmó que había pedido formalmente ayuda al gobierno federal y al ministro de Justicia en octubre de 2016 a causa de las inestables condiciones del sistema penitenciario estatal. El gobierno federal le negó la ayuda en octubre del año pasado. El ministro de Justicia dijo que no habían negado la ayuda al estado de Roraima, pero documentos oficiales filtrados a la prensa lo contradijeron y revelaron que el gobierno federal se había negado a enviar apoyo.

 

Según el Ministerio de Justicia, a final de 2015 el sistema penitenciario nacional albergaba a más de 620.000 personas, pese a que la capacidad total era de aproximadamente 370.000. El grave hacinamiento, las degradantes condiciones, la tortura y la violencia son una constante en las prisiones brasileñas. Sin embargo, las autoridades no han tomado medidas concretas en los últimos años para resolver el fuerte hacinamiento y las duras condiciones, y para prevenir la violencia letal en las prisiones.

 

En octubre de 2016, 10 hombres fueron decapitados o quemados vivos en una prisión del estado de Roraima, y 8 murieron de asfixia en una celda durante un incendio en una prisión en el estado de Rondônia. En 2015, en el estado de Minas Gerais, tres reclusos murieron durante una revuelta en la prisión de Teofilo Otoni en el mes de octubre, y otros dos fallecieron en circunstancias similares en la prisión de Governador Valadares en junio. En octubre de 2015 hubo disturbios en la prisión de Londrina, en el estado meridional de Paraná. A lo largo de 2013, 60 reclusos fueron asesinados en la prisión de Pedrinhas, estado de Maranhão, y casi 20 murieron entre enero y octubre de 2014. En los medios de comunicación se retransmitieron vídeos de decapitaciones. A uno de los presos de Pedrinhas lo habían matado, cocinado y devorado parcialmente otros presos. En noviembre de 2010, un motín en la prisión de Pedrinhas se saldó con la muerte de 18 personas. En mayo de 2004, 31 hombres (30 presos y un guardia penitenciario) murieron durante un motín en el centro de detención de Benfica, en Río de Janeiro. En enero de 2002, 27 hombres murieron en la prisión de Urso Branco en Porto Velho, Rondônia. En octubre de 1992, 111 hombres murieron a manos de la Policía Militar en la prisión de Carandiru, São Paulo, tras un gran motín. Se había condenado a 74 policías por el homicidio de 77 de las víctimas de la masacre, pero en 2016 el juicio se declaró nulo y la masacre permanece impune.

 

Las caóticas condiciones de las prisiones de Brasil han sido denunciadas en los últimos años por el Consejo Nacional de Justicia, el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (véase: http://www.sdh.gov.br/sobre/participacao-social/sistema-nacional-de-prevencao-e-combate-a-tortura-snpct/mecanismo/Unidades_Prisionais_de_Manaus___AM.pdf), el relator especial de la ONU sobre la tortura y varias organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos. En su informe sobre su misión a Brasil (véase: http://ap.ohchr.org/documents/dpage_e.aspx?m=103), el relator especial de la ONU sobre la tortura pidió a las autoridades brasileñas que adoptaran medidas inmediatas para eliminar el hacinamiento y cumplir plenamente las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela), ampliar la celebración de vistas de custodia de manera que abarquen todo el territorio nacional, y poner en marcha mecanismos efectivos de presentación de quejas para que los reclusos puedan denunciar tortura y malos tratos.

Nombres: Más de 90 hombres en prisiones de los estados de Amazonas y Roraima

Sexo: Hombres

Petición a ser enviada

Para: Ministro de Justicia Sr. Alexandre de Moraes, Presidenta del Consejo Nacional de Justicia Carmen Lúcia Antunes Rocha

Asunto: MÁS DE 90 HOMBRES MUERTOS EN MOTINES EN PRISIONES DE BRASIL

Mensaje:

Exmo Ministro y Sra Presidenta del CNJ

 

Por la siguiente, me dirijo a usted exigiendoles a garantizar una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre la muerte de más de 90 hombres en las prisiones de Amazonas y Roraima, y a llevar ante la justicia a todas las personas que sean penalmente responsables.

Así tambien, instándolas a adoptar medidas inmediatas para prevenir otros posibles motines inminentes y homicidios en el sistema penitenciario.

Finalmente, pidiéndoles que pongan en práctica las recomendaciones formuladas por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y por el relator especial de la ONU sobre la tortura en su informe sobre su misión a Brasil.

Atentamente,

Actuá ahora

Actual: 105 firmas
Meta: 1000 firmas

Firmá esta petición